El s??bado subimos al monte Abantos en El Escorial (Madrid). Salimos ya con lluvia, subimos las zetas despacio con las ra??ces resbaladizas como nunca, el bosque estaba precioso. Nos recordaba a paisajes gallegos, silencio y soledad. La bajada por la trialera fue un aut??ntico juego para mantenerse en la bici. Y al llegar al coche, hicimos, bajo la lluvia, un improvisado pic nic con cerveza Estrella de Galicia, jam??n ib??rico de Jabugo y chorizo ib??rico.
Gozamos como ni??os y la sierra espl??ndida con el regalo de tanta agua.
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