Arrancan los entrenamientos para el Gran Trail Pe??alara 2013, Cantocochino - Hoya de San Blas ida y vuelta

Arranca el año y lo hacemos poniéndonos un gran reto: Gran Trail Peñalara en su versiñón de 110 km. Esto es un reto y lo demás es jugar al parchís. 

Esto los primeros días te da un subidón bestial. Después empieza en tu cabeza un "run-run" que ya no se te va. Ese run-run genera ansiedad por entrenar. Sabes que cuanto más y mejor entrenes menor serán los riesgos de lesión y mayor las posibilidades de completar el reto. 

Ayer domingo teníamos intención de realizar el primer tramo del GTP2013 desde Navacerrada a Morcuera. Sin embargo, las condiciones meteorológicas no aconsejaban subir a la Maliciosa con nieve, niebla y ventisca. Como somos prudentes, decidimos cambiar la ruta. 

Al final, quedamos en Cantocochino (La Pedriza) para subir por el refugio Ginés de los Río hasta el collado de las Dehesillas, bajar a la Hoya de San Blas y volver a CAntocochino por un camino que va desde Soto del Real a Manzanares y desde ahí, al Tranco para terminar en Cantocochino.

20 km de puro trail running de invierno, con su nieve, ventisca, sensación térmica de mucho frío excepto cuando estás resguardado del viento y subes, ahí tu cuerpo se calienta rápido.

Una vez llegamos al Collado de las Dehesillas nos hicimos fotos, nos hidratamos, echamos unas risas y comenzamos una bajadita deliciosa, escondida, sinuosa, llena de rincones, de momentos, en estado puro, silvestre, qué sensación. En fila, con tranquilidad, fuimos bajando el GR10. 

A la mitad nos dimos el susto, de repente no escuchas las pisadas de tu compañero de atrás, te paras, vuelves la cabeza y vez a Fernando Ortega con las manos en la cara tras un jamonazo de premio al resvalarse por los pedrolos helados. Lechazo en un ojo, pérdida de lentillas y poco más. Pero Fernando es de los grandes, de los que se sacuden y siguen, y se crecen. Ese es nuestro Fernando.

Llegados a la Hoya decidimos volver por Manzanares dejando para la próxima salida el tramo Hoya-Morcuera. Foto de equipo, barritas, hidratación y a correr hasta Cantocochino. 

Aunque el último tramo hasta Manzanares el Real es practicamente plano, la subidita desde Manzanares al Tranco y desde ahí por los pedrolos a Cantocochino nos dejan bien satisfechos.

 

Para darle el broche de oro, en uno de los bares de Cantocochino, junto a la candela, nos tomamos unas cervezas, caldito bien caliente con un chorreón de Manzanilla, y AOVE Iloveaceite con pan para acompañar a una tortilla de patatas magistral.

Sublime, mejor imposible.