Y así fue. Un tropezón en la vida, otro más, para levantarse y quitarse el polvo del camino. Antes de que me deslumbrara el sol, allí estaba el tío de la gorra, llamado @zampus para recogerme. Y fue como surgió este enlace cuasi todo. Hemos empezado a recorrer un camino que se me antoja interesante. No en vano sumamos kilómetros a ritmo de potrillos alborozados por la primavera y los bikinis de las chicas... Es lo que tiene el running. Un chute de endorfinas y te vuelves un yonki de las zapatillas. Y con Pedro llegó el escándalo. ¡Peeeeeeeeeeeedro!
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