Mi Marat??n de Donostia

Mi relaci??n con la Marat??n de Donostia, como morador de esta ciudad, surgi?? hace bastantes a??os. Un Domingo te levantabas con tus casi 120 kilos de humanidad y por la gracia de unos chiflados molestos, cortaban calles y se hac??a imposible ir con el coche de aqu?? para all??. Un incordio tonto e incomprensible.

Sucedi?? despu??s que un amigo decidi?? correrla y yo a su vez, decid?? acompa??arle alg??n rato con la bici para darle ??nimos. Despu??s de esa primera vez hubo una segunda y una tercera. Entre medio, me inici??, en realidad me reenganch??, al deporte y en concreto a sacar a correr mi orondo cuerpo por las calles de Donostia. Mi vida cambi?? y en el cambio se quedaron 30 kilos por el camino. Correr ya no es un suplicio, es un placer. Uno de esos que castigan el cuerpo y reconfortan el alma. Como al bueno de Forrest, si me preguntasen porqu?? corro, no sabr??a dar una respuesta concreta. Corro porque corriendo soy feliz. Bueno, al final s?? he dado una respuesta concreta.??

En lo que respecta a la Marat??n, participar de ella como acompa??ante, aguador y animosa cotorra me abri?? los ojos a una realidad diferente: personas que se enfrentan a un reto, que lo preparan y que llegados el d??a, alcanzan la meta de tomar una salida.

Este a??o mi amigo no corr??a. Tuve la fortuna de conocer a otras personas a las que ya considero amigas. No porque nos conozcamos mucho. M??s bien apenas nos conocemos, pero siento que puedo contar con ellas. La extensa y profunda red de redes, pesc?? a unos gastrorunners amantes de cuerdas largas, de picuales sin iguales, de ayunos tuaregs, de pezones sangrantes... Este a??o yo he conseguido realizar un peque??o sue??o: participar en la Behobia - San Sebasti??n (y terminar, por cierto). Este a??o he vivido la Marat??n de Donostia desde las cunetas y aceras repartiendo aupas, vengavengas, ??nimos, bienes y otras arengas. Tambi??n he tocado una flauta de ??mbolo que hac??a un ruido horrible que sacaba de su ensimismamiento a m??s de un corredor. Todo ello acompa??ado de una peque??a princesita que animaba tanto o m??s que yo, aunque ella creo que lo hac??a porque le parec??a divertido imitar las moner??as de su padre.

Todos mis amigos cumplieron su objetivo. Todos participaron en la Marat??n de Donostia. Yo tambi??n...y ahora me planteo: ??C??mo participar?? en la de 2012? Y creo que quiero ser yo quien reciba los aupas y vengavengas. Quiero ser yo el que se prepare para alcanzar la meta de tomar esa salida.