martes, 25 de octubre de 2011

Somosierra ??pico!

Por fin llego el día! tres semanas después nos volvíamos a encontrar en el mismo sitio del último entrenamiento en montaña. Como ya dije en su momento, al terminar aquél entrenamiento no daba un duro por volver a hacerlo tres semanas después, pero aquí nos volvíamos a encontrar Pedro, Fernando y yo. 

El día estaba frio y tristón pero el ambiente de los corredores anima a cualquiera, y además ver más de 400 locos (en mallas) mucho más. 

Pues eso, que a las 10:30 nos juntamos alrededor de la salida y en breve ya estábamos encarando las primeras cuestas. Gracias a Dios que Pedro y yo nos propusimos conocer el recorrido de antemano porque sino esto hubiese sido inhumano. Por la experiencia sabía que nos tocaba poco más de una hora para coronar el tres provincias así que empezamos suave subiendo a paso corto, andando en las rampas y trotando en el resto del recorrido. Después de pasar por el primer avituallamiento y antes de encarar "el muro", sufro un pequeño percance, me retuerzo un poco el tobillo, pero un señor que pasaba me grita "PISA y ANDA, PISA y ANDA, SIGUE CORRIENDO" así que nada casi con miedo a llevarle la contraria sigo corriendo hasta el comienzo de la subida donde ya se me pase el dolor y no me moleste más el resto de la carrera. 

Poco antes de la coronación parece que estamos llegando al Mount Ventoux, cambia el tiempo radicalmente y más que una carrera de trail, parece un programa de Al Filo de lo Imposible. Vientos racheados que te llevan de un lado a otro, un frio que se te mete por todo el cuerpo, pero a la vez una sensación de superhombre que hace que no sientas ni padezcas. Yo creo que no hay nadie que se haya quejado del mal tiempo, al contrario, la gente se lanza cuesta bajo con una sonrisa en la cara. El mal tiempo hace que la carrera valga el doble!

Una vez que hemos bajado hasta la pista principal, se por experiencia que nos van a quedar un par de rampas muy duras. Así que voy reservándome para no llegar muy mal a la última. Noto que echo en falta seguir a mi liebre, Pedro, que le ví por última vez en la cima, pero que en la bajada lo perdí, su mejor técnica hace que vuele cuesta bajo. Todavía me queda mucho por aprender!

Al final me queda el último repecho, son solo 400-500 metros pero que se me antojan eternos. Llevo más de media hora pensando en esa cuesta, y en como voy a aguantarla, pero al final claudico, y me toca andar los últimos metros antes de encarar la bajada final. He perdido una batalla, pero no la guerra. El último kilómetro cuesta bajo, disfruto como un enano, las piernas vuelan dando botes entre el reguero que surca el camino. El hayedo (o eso parece) hace que las vistas eviten pensar en las piernas cansadas, y al final llegada a la meta. Bajo la barrera de las 2:30:00 y en la llegada están pedro y fernando que llevan ya unos minutos esperándome. 

La verdad que ha sido toda una experiencia. Al final me he encontrado bien. No me ha salido ningún dolor raro y eso es bueno. Eso sí, la maratón queda todavía muy lejos!

Os dejo con la foto del dorsal que lo dice todo. Eolo lo arranco de sudadera en lo alto del tres provincias y a duras penas logré recuperarlo. Me lo quedo de recuerdo!

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