Cr??nica de mi Behobia S.S.

Tras casi dos meses enfermo con bronquitis, catarro, trancazo, quiz??s neumon??a, "la gripe este a??o viene as??" y no s?? cu??ntas cosas m??s que me dijeron en el m??dico, mi Behobia peligraba mucho. Una semana antes, el viento sur me hab??a dado un respiro, porque este viento est?? muy bien para pasear por la playa, pero para mi asma es una fatalidad. As?? que consegu?? llegar a la ??ltima semana, m??s o menos euf??rico. Tras una visita al fisio (psic??logo, coaching, m??dico de cabecera, amigo y no s?? cu??ntas cosas m??s) me encontraba con fuerzas, nuevo, como reci??n hecho. El d??a de la carrera siempre es una inc??gnita, nunca s?? qu?? tal me encuentro, de hecho, no suelo estar ni nervioso. El tiempo estaba espectacular, pero la temperatura subi?? demasiado. Los primeros kms se me pasaron volando, bebiendo dos vasos de agua en cada avituallamiento (cada 3 kms). Normalmente bebo mucha agua, pero ese d??a necesitaba m??s, hab??a codazos para coger un vaso, algo no funcionaba. Como me dijo mi amigo I??igo: "Me empec?? a preocupar, porque segu??a bebiendo y no sudaba".
Entre el km 6 y el 8 ya se empezaron a ver muchos abandonos, demasiados, yo me lo empec?? a plantear hacia el km 10, pero vi que mi tiempo no era malo; 50 minutos y hab??a dejado atr??s las cuestas m??s fuertes. Pero hacia el km 12 me vine abajo, perd?? la noci??n del tiempo, baj?? mi ritmo hasta casi andar y s??lo deseaba llegar donde mi hermana para que me llevara a casa. Cada vez pasaban m??s ambulancias, cada vez se desplomaba m??s gente (hubo cerca de 400 asistencias), algo no funcionaba. Por fin llegu?? donde Aida y Vanesa, me par??, muy justo de respiraci??n, me costaba hablar y me sorprendi?? que no me animaran a seguir; beb?? aquarius como si no hubiera nada m??s.
Me dieron 20 euros para que me cogiera un taxi, hab??a olvidado mi billete de 50, un gran fallo, con la tranquilidad que me dan a mi los 50 euros en el bolsillo... Y en mi primera carrera sin ellos, cuando me pod??an hacer falta, en ese momento de buscar un bar para pedir un pincho de tortilla y llamar a un taxi, el billete no estaba en el bolsillo. No soy supersticioso, no creo en nada, pero va a resultar que el billete me ayuda. De pronto empez?? a sonar una canci??n de Europe que no soporto, sal?? corriendo para no escucharla, me empec?? a sentir bien, me quedaban menos de 5 kms y sub??a el alto de Miracruz como un tiro. Vi a un corredor desmayado encima de su v??mito y aceler??, baj?? volando hacia la Avenida de Navarra, saludando, satisfecho; David (mi fisio) me vio y dice que iba fresco como una lechuga. Llegu?? al Boulevard plet??rico, tras haber terminado mi peor Behobia, no s?? si fue el descanso, el aquarius, los ??nimos de David o la seguridad que dan 20 euros en el bolsillo para coger un taxi si no te encuentras bien. Aunque creo que la canci??n, The Final Countdown, fue mi motor, soy especialista en escapar de lo que no me gusta.

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